Si Praga fuera un partido de fútbol, Vyšehrad sería el reserva que el entrenador saca a jugar cuando la victoria ya está asegurada. En lenguage turístico: es ese tipo de atracciones que solo aparece en el mapa del viajero cuando ya ha visitado todo lo básico de la ciudad.
El problema es que Vyšehrad tiene todo para ser un titular indiscutible. Es un lugar precioso, con una vista maravillosa del río Moldava y del Castillo de Praga, además de ser mucho más tranquilo (o menos agitado) que cualquier otra gran atracción de la ciudad. Con suerte, y fuera de la temporada turística, puede que tengas Vyšehrad solito para ti.

Su historia se confunde con la de la capital checa, ya que fue en Vyšehrad donde, según la leyenda, nació Praga. A lo largo de casi 1.000 años de historia, ha pasado de ser un fuerte a una residencia real, una ciudad independiente y una ciudadela que formó parte de los sistemas de defensa de Praga. Todo eso a lo largo de guerras, destrucciones y posteriores reconstrucciones.
Hoy, Vyšehrad es una delicia, una invitación a dar un paseo tranquilo a lo largo de sus murallas. Y es también un lugar de descanso de muchos checos ilustres, como los compositores Smetana y Dvořák, el poeta y escritor Jan Neruda o el artista gráfico Alfons Mucha.




Lugares imperdibles de Vyšehrad
Cuando visites Vyšehrad, no te puedes perder:
- sus impresionantes murallas.
- la Rotonda de San Martín.
- las vistas del Castillo de Praga.
- la Basílica de San Pedro y San Pablo.
- el cementerio de Vyšehrad.
- la tranquilidad y belleza del parque.